
en navidad.
el frío, así como siempre lo supe del calor, puede manifestarse de las más distintas y presentes maneras posibles. lo experimenté en Paris, y lo hago ahora en Londres. Dos fríos distintos, con todas las variables de humedad, viento, cercanía al mar, al río, al norte, al este, a ser isla, a ser continente.....
pero sobre todo, a ser un invierno que cumple su cuarta temporada mostrándome sus innumerables manifestaciones según parte del mundo, estado de ánimo, calor interior, y compañía. sobre todo compañía. porque soportar un invierno ríendo con amigos mientras nos sorprendemos de estar donde estamos y que eso sólo sea ese sorprenderse porque el resto, la amistad y la risa, nos persigue donde vamos. cuando sea.
y así un cuarto invierno no asusta. y el techo que se cae de luces y que concentra todo el calor que las calles pierden a cada momento, más risa da, y nos miramos y pensamos que quizás ahí algo de suerte hay. pero sólo en eso.
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