poco

esta es la última semana de clases, la última de estos lugares para mí al menos por tiempo y todo comienza a girar en torno a las partidas y destinos de ellas.
antes. antes de irse, nos pondremos máscaras y trataremos de jugar a los niños normales que van a fiestas y son amigos. digo trataremos, porque cuando las cosas son forzadas, hay que tratar. no es espontáneo y eso requiere un mínimo esfuerzo, por lo menos.
yo no tengo máscara, no una de colores y papel como debiera. tengo la máscara que me da el estar perdida en el idioma y todavía escuchando una que otra canción en castellano, que funcionan sólo porque mantienen la exclusividad del idioma más que por una identificación con mensaje-música-estilo-idea-etc.
no todas, hay unas que me devuelven allá lejos, pero esas no las escucho siempre de lo puro lejos que me llevan.
antes. antes de todo esto. fui a una expo de textiles japoneses. Nuno cumplía 25 años de exitosa carrera y lo celebró colgando paños de telas que no podías tocar, pero que eran tan altos y tubulares que daban ganas y te recordaban lo impagables de ellos y lo diminuto de uno.
lo gracioso de todo esto, es que la recorrimos completamente, en silencio, y al salir nadie sonreía mucho, y la razón era la misma.
Nuno cumplía 25 años y nosotros no lo acompañamos en la celebración.
creo que una máscara con uno de esos enormes paños sería perfecta.